¿Por qué lo hicieron?: Comentario hermenéutico de la novela A Sangre Fría (1965) de Truman Capote.
- Ela Buendía
- 5 jun 2020
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 12 jun 2020
Después de siete años de una exhaustiva documentación, Truman Capote publicó en 1966 A Sangre Fría. Se trata de una novela de no ficción, en donde se narra cómo una familia perteneciente a Holcomb, un pueblo rural de Estados Unidos, es asesinada “sin ningún sentido” (uso comillas porque ¿cuándo un asesinato tiene sentido?), y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. Capote se encontraba en Nueva York cuando leyó en un periódico la noticia del asesinato. Fue entonces cuando se interesó por la historia y decidió viajar él mismo para entrevistar a las personas y conocer la historia de cerca.

La familia Clutter era, para los años cincuenta, el arquetipo del sueño americano. Dueños de grandes y prósperas tierras dedicadas a la agricultura, que además no faltaban al servicio dominical; gente amable, trabajadora, empática, sana, cordiales. No tenían, aparentemente, ningún enemigo. Sin embargo, el 15 de noviembre de 1959 los cuatro miembros de la familia Clutter fueron asesinados. Solo se llevaron “cuarenta o cincuenta dólares” (p.157). Se trataba de un asesinato del que “no [se] podía aceptar la teoría de que toda una familia había sido asesinada por unos pocos dólares y una radio” (p. 67).
¿Por qué lo hicieron?
Se dice que en criminología y criminalística lo más difícil de entender e investigar es el absurdo, la acción que se realiza sin causa, sin beneficios, sin motivos aparentes. Crímenes que son poco pensados, y que, por lo tanto, caen fácilmente en la perversión. ¿Cómo saber qué motiva a un criminal cuando el asesinato parece haber sido cometido sin razón? De la misma manera nos topamos con Dick y Perry, los dos autores del crimen. Entraron a la casa esperando encontrar, según les contó un viejo amigo de celda de Dick, una caja fuerte que contenía el suficiente dinero para el mantenimiento de la granja del señor Clutter. Esto resultó ser falso y al final, como hemos mencionado, no encontraron más de cincuenta dólares, y, sin embargo, asesinaron a todos los miembros de la familia. ¿Por qué?
“cuatro disparos que, en total, terminaron con seis vidas humanas” (p.6).
Creo que existen diversos “por qué” en la obra de Capote que pueden irse resolviendo a medida que avanzamos en la narración. Sin embargo, existe uno que llama mi atención por las diversas capas que esconde: ¿por qué lo hicieron? Más allá de decidir entrar a una casa a robar un dinero, ¿por qué asesinar a la familia? Pudieron tomar el poco dinero y simplemente irse. Todos estaban atados. Nadie los había visto. Podían tomar el auto y simplemente desaparecer. No obstante, Perry asesinó a todos los miembros. En un intento por encontrar una respuesta, rastrearé en la obra algunas de las razones que pudieron motivar el acto criminal de estos dos hombres (aunque fue Perry el que cometió el asesinato, vale la pena ahondar en Dick para encontrar importantes dualidades), que terminó por acabar con su vida también. Y es que al final fueron “cuatro disparos que, en total, terminaron con seis vidas humanas” (p.6).
Perry Edward Smith

La vida de Perry Smith estuvo rodeada de diversas problemáticas que pudieron motivar su final. Su padre traficaba con whisky y maltrataba a su madre. Al final, ella decidió marcharse con sus hijos. Sin embargo, tenía problemas de alcoholismo, por lo que los internó en diferentes orfanatos. No debemos olvidar mencionar su aspecto físico que debió causarle muchos problemas a lo largo de su vida; se trataba de un “enano sentado en la silla metálica, con sus diminutos pies metidos en unas botas que no llegaban al suelo” (p. 216). Perry era un lisiado, que había tenido un peligroso accidente de moto. Cuando abandonó la milicia, años después, decidió vivir con su padre, pero duraron poco por las diversas peleas. Cuando se marchó intentó buscar a un conocido del ejército, robando en el camino una tienda y siendo llevado a prisión. Allí fue donde conoció a Dick. Cuando salieron de la cárcel fue que llevaron a cabo el robo.
Como hemos visto, el panorama que rodeó a Perry en su vida no fue nada fácil. Falto de amor de sus padres y presa de un entorno difícil. Sin embargo, a primera vista Perry no parece el tipo de sujeto que nos imaginaríamos, teniendo en cuenta su pasado. Tal vez, bajo otras circunstancias, Perry habría sido una persona muy distinta con un final muy distinto. Pienso incluso que hubiera podido terminar convirtiéndose en un artista: “se hallaba allí con todos sus bienes terrenales: una maleta de cartón, una guitarra y dos enormes cajas de libros, mapas y canciones, poemas y cartas que pesaban una tonelada” (p.11). Ver esta clase de objetos importantes nos permite entender quién era Perry y qué lo apasionaba. Así, en él encontramos una importante dualidad: un entorno de desarrollo difícil que dio como resultado un muchacho que no aparentaba ser “malo”. Pero, como Capote nos enseñará en toda su obra, ¿quién es capaz de definir aquí lo malo?
Richard Hickock (Dick)
Su compañero Dick perteneció a una buena familia, todos ellos “buena gente. Tu madre, de verdad, es muy simpática. Dick asintió con la cabeza. Él también lo creía” (p. 17). Se trataba de:
Un atleta magnífico, siempre formando parte del mejor equipo de la escuela. ¡Basket! ¡Baseball! ¡Rugby! Siempre Dick era la estrella. Y también un muy buen estudiante, con dieces en varias materias: historia, dibujo técnico. Al terminar la segunda enseñanza en 1949, quería continuar, pasar a la universidad. Estudiar para ingeniero (p. 106).

Nuevamente, ¿qué pasó allí? Dick pertenecía a una familia de buenos principios y tuvo una infancia y adolescencia completamente normal. Incluso hubiera podido tener un futuro próspero. Su actitud más rebelde e incluso cruel (gustaba de atropellar perros en la carretera y pensó en violar a Nancy, según cuenta Perry) parecería no corresponder con la infancia y la familia en la que vivió. Era él quien estaba seguro de no querer dejar ningún testigo; era su plan. “Nada de testigos, le recordó a Perry por lo que le pareció la milésima vez” (p.26). Su actitud tan agresiva nos haría pensar que era él quien debió asesinar a la familia “¿Lo único seguro es que tendrán que desaparecer todos […] no fue eso lo que te prometí, rico? ¿Que los reventaríamos contra las paredes?” (p.25). ¿Qué generó este desvío?
“Pero nosotros no podíamos. No teníamos medios, francamente. Nunca tuvimos dinero. Esta granja nuestra tiene solamente veinte hectáreas y apenas nos da para ir viviendo. Imagino que a Dick le dolió no poder ir a la universidad” (p.106). Quizás aquí radica uno de los puntos en los que intento fijar mi vista: este chico, a pesar de encontrarse en el que parecía el entorno de amor, y protección y relaciones perfecto, tenía una gran dificultad: pocas oportunidades. ¿Puede ser esta la excusa perfecta para motivar un crimen como este? Creería yo que no. Tal vez hay razones, pero nunca excusas para ningún crimen. Este no es mi interés. No busco encontrar un motivo que reduzca culpabilidad o aliviane el asesinato de los Clutter. Mi pregunta no es una pregunta de moralidad, se encuentra más del lado de la simple curiosidad y el deseo de entender si hay entornos, motivos, acciones o pasados en Dick y Perry que funcionen como incubadoras de sus actos.
¿Qué nos demuestran sus vidas?
Con A Sangre Fría comprendemos que hasta el mundo de los asesinos está lleno de tonalidades. No hay un bueno, ni un malo. Solo personas que toman decisiones.
¿Cuál es entonces aquí el entorno que puede generar una acción así? Quizás esta falta de oportunidades ayudó a la desviación de Dick; tuvo que buscar un empleo y abandonó su sueño de ser ingeniero. De la misma manera, el entorno de Perry también debió afectarlo grandemente. Pero ninguno de estos representa la respuesta final. El pasado de Perry no afectó su capacidad de ser sensible, de tener acciones bondadosas o de expresar sentimientos. El Perry que le disparó a la señora Clutter, a sus dos hijos y le cortó el cuello al señor Clutter es el mismo Perry que lee poesía, que escribe cartas con una impecable gramática; que es sensible. Su comportamiento no parecía el de un asesino a pesar de su pasado. Dick nació en una buena familia, pero sin oportunidades. Sin embargo, él “podría haber ido a la universidad gracias a una beca que me ofrecieron para jugar rugby” (p.139). ¿Pueden entonces un entorno familiar o la falta de oportunidades ser la respuesta correcta? No lo sé. Creo que ninguno lo sabe. Hemos visto dos sujetos tan distintos, nacidos en entornos tan distintos que produjeron personalidades tan distintas y que al final terminan desconcertándonos. Con A Sangre Fría comprendemos que hasta el mundo de los asesinos está lleno de tonalidades. No hay un bueno, ni un malo. Solo personas que toman decisiones. Sin embargo, esas decisiones podrían estar manipuladas o afectadas por razones externas. ¿Y si se trata entonces de daño cerebral?
¿Una enfermedad mental?
Perry Smith presenta síntomas indiscutibles de una grave enfermedad mental. Su infancia, que él me relató y que yo verifiqué con los informes del archivo de la penitenciaría, se caracterizó por la brutalidad e indiferencia de ambos progenitores. A lo que parece, ha crecido sin orientación, sin amor y sin asimilar nunca un sentido claro de los valores morales... (p.188).
La presencia de enfermedades mentales tuvo mayor fuerza en Perry que en Dick. Aunque en el juicio de ambos intentaron usarse a su favor, fue en Perry en donde realmente se dio credibilidad, aunque no ayudó a cambiar su sentencia. Perry al parecer sí contaba con una grave enfermedad mental que pudo afectar la manera en que se comportaba. Tiene esto sentido al momento de cometerse los asesinatos, donde no se esperaba que los miembros fueron asesinados, ya que Dick no hubiera sido capaz de hacerlo. El entorno en el que Perry se desarrolló pudo generar o afectar su manera de ver y comprender el mundo. Cuando leemos sobre su enfermedad, es inevitable relacionarlo con el ambiente en el que se desarrolló: una persona desconfiada, que siempre espera ser malinterpretado o traicionado porque nunca contó con el apoyo de ninguno de sus padres, que cree que las personas lo discriminan y que no son justos con él o no lo pueden comprender, razón por la cual terminó refugiándose en cosas como la poesía, los libros, o la música. Además, no puede soportar que se burlen de él, captando con rapidez el desprecio o las ofensas, teniendo siempre que cargar con su apariencia física (p. 188). Este argumento parece tener un peso enorme al momento de pensar en el motivo por el que Perry actuó como actuó. No podemos alegar lo mismo en el caso de Dick. Por lo que solo contaríamos entonces con la respuesta del lado de Perry, pero fue este el que asesinó a los Clutter, es al final este quien más llama nuestra atención. ¿Se encuentra aquí entonces la respuesta final? ¿Perry Smith asesinó a los Clutter porque cargaba con una profunda enfermedad mental?
En todos nosotros habitan muchas capas de realidad fabricadas por muchas circunstancias que nos rodean.

Cuando un escritor como Capote, buscando siempre la verosimilitud y darnos una idea exacta de cómo sucedieron las cosas, usa diversas herramientas narrativas, es imposible no entender un poco más lo que pudo motivar a estos dos personajes, especialmente a Perry, el asesino material.
Con esta novela asistimos a un recuento de los hechos que sucedieron y que pudieron motivar estos crímenes a través de una mirada que solo el periodismo narrativo puede entregarnos. Con un artículo en el periódico sería fácil tachar simplemente a Perry y a Dick de asesinos, de perturbados mentales, de psicópatas que merecían la muerte. Pero la obra de Capote nos otorga algo más: nos permite ver que el mundo no es tan rígido como parece, que las personas no son tan simples de comprender; incluso en quienes cometen crímenes como estos habitan todo tipo de sentimientos, buenos y malos. Al final, la vida de Perry y Dick como la de cualquier otra persona tiene momentos felices e infelices, motivos bondadosos y crueles. No se trata del blanco o negro, o buenos y malos. En todos nosotros habitan muchas capas de realidad fabricadas por muchas circunstancias que nos rodean. Solo si retiramos una por una es que podríamos encontrar la verdadera naturaleza de alguien.
Conclusiones
Si hay una pregunta central en A Sangre Fría es "¿por qué lo hicieron?" Y responderé ahora finalmente por qué: enfermedad mental. ¿O es un daño cerebral? Tal vez sea abuso infantil, desempleo, abandono, padres que eran demasiado estrictos, padres que no eran lo suficientemente estrictos, falta de amor; tal vez sea la envidia, la venganza, la falta de oportunidades educativas, la presión de grupo, la bebida, el rechazo de Dios, la búsqueda de emociones, la genética, el asco con el mundo en general. Con todas esas posibilidades, es un milagro que ninguno de nosotros logre permanecer fuera de prisión, ¿no?
Ela Buendía.
Referencia bibliográfica:
Capote, T. (1988). A Sangre Fría. Colombia: Printer Colombiana, S.A.
Recién leí el libro. Respondiendo a las pregunta de este escrito, creo que solo con Perry se tiene una repuesta aceptable y segura: padecía de esquizofrenia inicial.
El pobre tipo sufría delirios y fantaseaba a cada rato. Como dijo Capote, lo más probable es que en la casa de los Clutter tuvo uno de esos episodios psicóticos y lo descargó asesinando a la familia.
La prueba más contundente la da el psiquiatra cuando está en el estrado y le preguntan si había evidencia de que Perry estaba en la capacidad de distinguir lo racional y lo irracional, a lo que responde que No. A continuación, Capote reproduce el argumento psiquiátrico sobre Perry, en caso de que le hubieran permitido argumentar.